La negativa a la hora de solicitar una hipoteca parece que es la tónica en estos momentos de crisis inmobiliaria. Las excusas de los bancos y cajas a veces están más fundadas que otras. Este listado recoge las razones más comunes:
- La edad: Si eres muy joven, la inestabilidad profesional será el argumento, y si eres demasiado mayor, juegan en tu contra la esperanza de vida o el descenso en los ingresos por la jubilación. Si el plazo de amortización sumado a tu edad supera los 75 años, la respuesta será negativa.
- El empleo: Desempleados, temporales o mileuristas tienen las puertas cerradas, dada la limitada capacidad de solvencia a futuro.
- El estado civil: Los casados o las parejas de hecho tienen más posibilidades de obtener una respuesta positiva que los que acuden con la única compañía que ellos mismos. La petición de avalista no tardará en llegar.
- Morosos y derrochadores: Si en tu historial financiero existen deudas o has estado en repetidas ocasiones en números rojos, al banco o caja les faltará la confianza necesaria para firmar.
- Bienes presentes. Se debe presentar en la sucursal el papeleo que demuestre que existen propiedades anteriores, ya que la entidad quiere asegurarse de que podrá recuperar su inversión si se produce el impago.
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